Ibiza es mucho mas que fiesta. Su atractivo está en sus playas, en su ambiente, es verdad. Pero no es menos cierto que Ibiza tiene un interior rico que merece conocerse y disfrutarse. Un ambiente rural y ejemplos de patrimonio que pintan un escenario ideal para una escapada slow travel.
Nos gusta viajar pausado, despacio, internándonos en las costumbres y en los pueblos, y precisamente hoy vamos a recomendarte algunos de esos sitios reposados donde vivir esa Ibiza. Nuestros consejos para vivir un viaje a Ibiza diferente, cool pero mas cercano a la naturaleza y las costumbres de los ibicencos de toda la vida. Con tiempo para sentarse en el bar del pueblo a ver pasar el tiempo, para caminar sus comarcas rurales y aprovechar las muchas opciones de alojamiento lejos de los grandes hoteles de la costa.
Una escapada priorizando el tiempo de relax, de aprendizaje (ya verás que Ibiza tiene mucha historia para descubrir). Una Ibiza interior para sentarse en una terraza, libro en mano, a ver el atardecer, los verdes, los dorados, los reflejos del mar. Apreciar los sonidos naturales. Pedalear por viñedos o cultivos. Una Ibiza para mancharte las manos de barro y crear cerámica, o aprender sus recetas tradicionales.
Sant Joan de Labritja
Hay que atravesar la isla de sur a norte para llegar a Sant Joan,. Eso de peor si es una razón para llegar hasta aquí, el viaje a este rincón de la isla (el menos habitado) es un paseo entre extensos bosques y extensiones rurales. De golpe reconoces otro paisaje, alejado del ruido y las luces y sofisticación de la capital.
Es un lugar ideal para quienes gustan del senderismo porque hay muchos caminos que se internan en la naturaleza combinando senderos entre los árboles y junto a los acantilados frente al mar.
En esta porción de la isla encontrarás cuatro pueblos pequeños: Sant Joan, Sant Miquel, Sant Vicent y Sant Llorenç. Casa blancas, caminos señalados por muros de piedra que esquivan cultivos, vida tranquila. Desde aquí hay interesantes visitas a realizar:
* La torre defensiva de Balanzat
* Las cuevas d’en Marçà
* El yacimiento de la cueva de Es Culleram (donde fue hallada la pieza arqueológica más importante de la historia púnica pitiusa: la diosa Tanit)
Sant Josep de Sa Talaia
Al oeste de la ciudad de Ibiza, se abre la zona de Sant Josep de Sa Talaia, donde además de este pueblo encontramos otros: Sant Jordi, Sant Agustí y es Cubells, todos pueblos pintorescos con bellas iglesias y ambiente tranquilo.
Enel corazón de la región se encuentra el punto mas alto de Ibiza: el cerro sa Talaia, de 475 metros de altura, por lo que ya tenemos una visita apuntada, y desde donde tendremos una de las mejores panorámicas de la isla.
Este es un lugar de larguísima historia, con raíces que se remontan al principio del hombre en estos lugares. Es en Sant Joan donde se encuentran importantes yacimientos arqueológicos, como el poblado fenicio de sa Caleta (siglo VII a. C.) declarado Patrimonio de la Humanidad. Este asentamiento fue fundado por las primeras civilizaciones de la isla. También podemos visitar otro punto de gran interés arqueológico como el asentamiento púnico-romano de Ses Païses de Cala d’Hort.
Si te gusta la aventura, puede revivir los tiempos de piratas recorriendo la costa, miradores y cavernas, o las torres defensivas situadas en enclaves magníficos, como la del Pirata en Cala d’Hort, la d’en Rovira en Platges de Comte o la des Carregador cerca de Ses Salines.
Y si te gusta el enoturismo, te recomendamos un paseo por Bodegas Totem Wines, donde se elabora vino con la uva monastrell, variedad tradicional ibicenca.
Sant Rafel de Sa Creu
Entre Ibiza y Sant Antoni de Portmany (a sólo 8 kilómetros de ésta última) se encuentra este poblado, en la Ibiza interior. Es el único pueblo de la isla que ha sido declarado “Zona de Interés artesanal”, porque aquí trabajan algunos de los mejores ceramistas de la isla, que han creado escuela con piezas de inspiración púnica.
Sant Rafel es un pueblo tranquilo, cuyo centro urbano tiene bares y restaurantes frecuentados por residentes de la isla. Su iglesia blanca del siglo XVIII es una postal típica, y desde su mirador se tienen hermosas vistas del Mediterráneo.
Muy cerca de Sant Rafel se encuentra Aromáticas de Ibiza, una productora de hierbas aromáticas ecológicas que podrás sumar a tu agenda de visitas. Aquí también, o en cualquiera de los pueblos anteriormente mencionados, podrás sentarte a probar el “flaó”. Es un pastel que antiguamente se hacía sólo para el Domingo de Pascua, pero que hoy encuentras durante todo el año. Se hace con huevos, queso fresco de oveja o de oveja y cabra, y hojas de hierbabuena, que le confieren un sabor muy particular con reminiscencias árabes.
Si nos vamos un poco mas al sur, podremos visitar también el Parque Natural de Ses Salines, mas de 3.000 hectáreas donde encontramos unas salinas en producción siguiendo los métodos ancestrales, varios puntos de observaciones de aves, torres defensivas, etc.
Hasta aquí nuestros apuntes para una escapada a Ibiza diferente, pausada, a ritmo de la gente del pueblo. Pero sin embargo, siempre cerca del ambiente y la movida que esperas encontrar en la isla. Unos pueblos donde, a poco que te alejes de la costa, apenas unos kilómetros, tienes la posibilidad de vivir a tu propio ritmo de una de las mas bellas islas del Mediterráneo.
Imágenes mías y de Can Planells, Ondakin
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