El Hotel Costa Azul de Palma de Mallorca no puede estar más céntrico ni mejor ubicado para quienes buscan estar en el epicentro de todo: frente al mar, con vistas a una marina, a un paso de la Catedral, en plena ciudad.
En un lugar donde se apiñan los hoteles tradicionales, mucho de los cuales cargan con unas cuantas décadas a sus espaldas (y en sus instalaciones), se agradece que en este caso el hotel se haya reformado íntegramente y siguiendo una idea que le hace diferenciarse de una oferta hotelera muy estándar, en la misma ubicación (metro mas, metro menos), pero que no tienen un “algo” que les haga personales.
En este caso, el Hotel Costa Azul tiene un lema que es toda una declaración de intenciones: “La mar de poesía”. Y es que la poesía es el tema elegido para darle personalidad a sus instalaciones… además de elegir un estilo moderno, vibrante y vital. Este punto de la decoración también le aleja de los anodinos hoteles “ni-ni” (ni muy lindos, ni muy feos, ni muy modernos, ni muy estilosos).
Como verán en las fotos que acompaño, una misma habitación (porque convengamos que no es un hotel hecho de cero hace poco, y se han rediseñado los interiores manteniendo al estructura original) puede llevarnos a otro tipo de experiencia si la decoración nos estimula.
Visité Palma de Mallorca junto a un grupo de colegas del ambiente “internetero“ invitados por Turismo de Baleares y a la llegada al hotel, el amabilísimo personal se inventó un juego para la asignación de habitaciones. Ese detalle ya habla de una cierta actitud innovadora hacia el visitante, si bien después de que cada uno tuviera su número de habitación (que elegimos siguiendo una frase de un poema o de un haiku), todos tuvimos que pasar por el tradicional mostrador de recepción.
Mi frase elegida fue: “Sobre el mar el atardecer / en la red de la neblina” Un haiku que se corresponde con la habitación 418 en la planta 4 que lleva por nombre “La mar de haikus” ya que en esa planta todas las habitaciones están tematizadas con este tipo de poemas orientales. El resto de plantas llevan, poesías o haikus también.
Recuerda que por ser lector del blog tienes un 5% de descuento en tu seguro de viajeHabitación de moderadas dimensiones que parecen ampliarse por la cantidad justa de muebles, el color claro de las paredes y techo. Un minimalismo justo para que no te falta nada, moderno y con un toque de verde además de tener el haiku casi como única pieza de arte, sobre el cabecero. ¡Me encantó!
Pero mas encantada me quedé cuando entré al baño y descubrí un verdadero spa design. Sinceramente, no me lo esperaba. Por la distribución, los materiales, el diseño, la enorme ducha… Un 4 estrellas que brillan mas en este baño. Si bien… (aquí un pequeño “pero”) no me parece que las amenities estén a la altura. No ya los botecitos de champú y gel de baño, pero ese jaboncillo, o el cepillo de dientes envueltos en ese papel… Uff! Una pena, porque la variedad de amenities está bastante bien, pero es que con esos paquetitos anónimos de papel, tipo “hotel por horas“… no puedo… no puedo.
Un detalle, dirás, sí, es verdad. Pero son esos pequeños detalles que no se corresponden con, por ejemplo, unas sábanas de magnífica calidad y una cama ma-ra-vi-llo-sa donde el colchón te invita a quedarte un ratito mas después de que suene la alarma del móvil para levantarte (¿Alguien viaja aún con despertador?).
Y un plus… las vistas desde la ventana. En mi caso, desde la planta 4 se veía razonablemente bien toda la bahía, los barcos amarrados y la Catedral iluminada. Desde las plantas mas bajas, la vista está obstaculizada por una enorme marquesina que da sombra y cobijo a la entrada del hotel. Por lo que si puedes elegir, pide una habitación en las plantas superiores.
Hablemos del desayuno. La entrada al salón donde se toma el desayuno (junto a la recepción y con amplios ventanales la acera) no presagiaba nada bueno. Una amplio salón comedor donde el diseño en rojos y negros de la recepción cedió su lugar al estilo “ni-ni” que podemos encontrar en mas o menos cualquier hotel de la zona. Mesas y sillas nuevas, sí Señor, pero que no tienen la alegría de lo que tuvimos en la habitación. No las debe haber elegido la misma persona que ideó la decoración de los cuartos. En general toda la planta baja de la recepción es un poco así.
Pero el servicio del desayuno es digno de mención. La gran variedad y un servicio personalizado de desayuno con un chef que te prepara los huevos a tu gusto (o un bacon caliente, o unas salchichas), hacen la diferencia. Siguiendo el perfil de su demanda habitual (ya sabemos que Palma de Mallorca es “casi” alemana), los desayunos son abundantes y la clientela agradece la amplia oferta de cereales, panes de varios tipos (incluyendo el muy “german” de centeno), frutas de todo tipo y por supuesto, pancetas y salchichas a voluntad.
Y aquí va otro pequeño “pero”, entre tanto despliegue desayunero, ¿cuesta tanto poner un exprimidor de naranjas para tener zumo natural?
Por lo demás, un hotel muy recomendable si lo que buscas es estar en medio de la movida de Palma de Mallorca, como dije al principio. Por lo demás, las habitaciones están insonorizadas por lo que dormí como un angelito.
Otros dos detalles que aportan al espíritu del hotel, además de la poesía en cada rincón: es un hotel para no fumadores y el servicio wifi es gratuito. ¡Aplausos por favor!
Puedes consultar la web del hotel Costa Azul para ver mas detalles, como servicios de accesibilidad y tarifas, y puedes reservarlo directamente desde su web o a través de operadores y web de reservas hoteleras.
1 Comentario
Que ganas de ir a ese hotel