el próximo viaje

En los preparativos previos no me pareció que fuera nada especial, sin embargo el distrito de Southwark, que recorrimos en el último viaje a Londres, me encantó.

Desde la Edad Media hasta el siglo XVIII, Southwark fue una zona muy popular al estar fuera de la jurisdicción de las autoridades de la City en la que muchos placeres y diversiones estaban prohibidos. Esta zona se fue convirtiendo en un lugar donde casi todo estaba permitido, incluyendo las manifestaciones más “locas” del momento.

Tal vez por eso encontramos aquí al Teatro Globe (bueno, a su reconstrucción porque el verdadero estaba a escasos metros del actual). El teatro “popular” como el de Don William no era bien visto del otro lado del Támesis. Con el tiempo, esta ribera del río fue llenándose de muelles, almacenes, depósitos, factorías y toda una “fauna humana” digamos… peculiar. Desde marineros a prostitutas, traficantes, contrabandistas, aventureros y obreros de paga mísera.

Hoy todo eso ha quedado atrás. Southwark es uno de los lugares con mas vida, mas pujantes y modernos de Londres. Es por cierto, un buen lugar donde buscar donde dormir. Antes de viajar había estado mirando precios, hoteles hay unos cuantos y vi algunas ofertas de apartamentos en Londres que remitían al distrito de Southwark. Nada mal.

The Globe Theatre

¿Qué ver en Southwark?

Una vez que cruzas el Puente del Milenio en línea recta entre la Catedral de St.Paul y la Modern Tate Gallery (dos imprescindibles de cualquier viaje a Londres) entras en un mundo donde se combinan modernidad e historia. En las calles adoquinadas puedes revivir fácilmente aquellos años oscuros y al girar la cabeza encontrarte con un espléndido edificio futurista como el del Ayuntamiento de Londres.

Entre el Millenium Bridge y el Puente de la Torre de Londres, y un poco hacia el interior, hay mucho para ver. Como te decía, el Teatro Globe que se puede visitar aunque hay que aguantarse la fila para entrar a un reducto bastante pequeño. Un poco mas adelante llegas al Ayuntamiento, que ademas de bello arquitectónicamente, tiene unas vistas privilegiadas del río y una plaza arbolada a sus pies, junto al Támesis, que nos regala un lugar excepcional donde parar y disfrutar del paisaje: el Puente de la Torre a la derecha, la mole medieval de la Torre de Londres al frente. Detente unos minutos y siéntate como los tantos londinenses que toman allí su almuerzo cuando el tiempo acompaña.

A escasos metros encontrarás lugares tan curiosos como un antiguo quirófano escondido en la buhardilla de una iglesia. O el barco en el que Francis Drake dió la vuelta al mundo. O el Borough Market, bajo las vías del tren, con antiguos puestos de carnes y verduras, y por donde entraron al Reino por primera vez las patatas.

Entre otras tantas construcciones antiguas, sigue en pie la posada desde cuya terraza Samuel Pepys tuvo un observatorio único para el Gran Incendio que asoló Londres entre el 2 y el 5 de setiembre de 1666, y que luego dejara reflejado en una de sus obras.

Por allí, entre placitas donde asoman antiguos edificios remodelados, museos macabros escondidos en sótanos, galerías comerciales y restaurantes muy trendy, muy posh, te enocntrarás también con el impresionante prodigio arquitectónico de The Shard. En su gigantesca humanidad, hay empresas, oficinas, comercios y… el mirador. Que como visité esta vez, porque “siempre hay que dejar algo para el próximo viaje“.

Y así, poco a poco nos fuimos acercando al puente de la Torre y lo cruzamos, para empezar a escribir otro capítulo de este viaje a Londres. Continuará.

Londres en otros blogs de viaje:

* Viajar Code: Verónica
* Vero4Travel
* Mi baúl de blogs