Una y otra vez Portugal me tienta a recorrerlo. Es un país que he ido descubriendo de a poco, de a trocitos, paso a paso. Una vez desde el sur por el Algarve, otras veces entrando por el Alentejo y alguna vez llegando hasta el norte. Esta vez me ha tocado sugerir alternativas de vacaciones a un amigo y no lo dudé: visita Portugal.
De acuerdo al perfil del futuro viajero, nos entretuvimos un rato buscando la mejor opción para él: un hostal en Lisboa desde el cual recorrerla a gusto. La Baixa, Alfama, el Mirador de Santa Luzía, la Torre de Belém, los tranvías, las plazas, los bares, el Elevador, los rincones de fado…
Lisboa (foto) parece hecha a medida de mi amigo viajero (y tal vez a la tuya) con una mezcla caprichosa de arquitectura barroca, de oropel desgastado y diseño contemporáneo, de la melodía triste del fado y el ritmo más actual imaginable. Una ciudad donde puedes entrar en un edificio de 200 años, que parece a punto de caerse, y deslumbrarte con lo mejor del diseño de ropa y la tecnología más moderna en su interior.
Lamentaba leer que Portugal ha paralizado las obras del AVE que uniría su capital con la española en pocas horas. El coche es un medio ideal para llegar, ya que el paisaje que nos lleva desde España a Portugal es variado y encantador. Por ello le sugería que hiciera su viaje a medida y estudiara las ofertas de alquiler de coches en Madrid para recorrer a su antojo.
¡Las diversas rutas nos ofrecen tantas posibilidades! Desde el sur recorriendo la costa del Algarve, donde lo moderno está a un paso de puebitos tan tradicionales como Tavira, para luego internarse por la columna de la autovía hacia el norte, o perderse por la carretera costera bordeando el Atlántico.
Otra de mis sugerencias fue descubrir el Alentejo, un remanso de naturaleza donde el tiempo corre mas lento. Pueblos, dehesas, campos y pantanos en donde el sol se detiene para teñir todo de mil dorados. La historia a la vista, con restos prehistóricos, romanos y medievales en ciudades tan ricas como í‰vora.
Y el norte… verde, marinero, saboroso. Con los olores del vino y la belleza de sus puertos. Hay que detenerse en Porto, y seguir mas al norte, mas al interior para seguir descubriendo la personalidad del portugués.
En fin, que ponerme a aconsejar a un amigo me ha llevado a revivir mis experiencias en Portugal y recrear las imágenes, sabores, perfumes y sonidos de una tierra siempre tentadora.
Imágen de Carlos Caetano
2 Comentarios
Pues muy bueno el consejo. Otro es que si vas de coche, pues y estas cerca do Oporto, no dejes de irte a la región del DOURO. Es una maravilla, una belleza que hay que verla.
Me apunto el consejo. Yo estuve hace muchos, muchos años. Creo que tenÃa 8 o 9 asà que ya va tocando volver. Como casi siempre, las cosas que tenemos más cerca son las que más nos cuesta visitar.