Viajar a tu aire te da la posibilidad de disfrutar de los lugares al ritmo que marque tu antojo, tus ganas e intereses mas particulares. El slow travel es lo que tiene: calidad, profundidad en la experiencia. En este caso me puse a investigar sobre las posibilidades de un recorrido a medida… a medida de mis ganas por Dinamarca.
Personalmente me gusta viajar en coche, la libertad de ir parando o de desviarte un poco de la ruta originalmente planeada por la tentación de descubrir un rincón nuevo, me atrae. Querría combinar ambas cosas: meterme un poco en el interior de Dinamarca y conducir tranquila por rutas nuevas.
Hace tiempo descubrí Dinamarca a raíz de un paso fugaz pero productivo por Copenhague. Su ambiente joven y dinámico, la arquitectura desde lo tradicional hasta lo más moderno del diseño nórdico, me encantaron.
Ahora es tiempo de internarnos un poco. Y para ello me he fijado una ruta que, si no es inmediatamente, la haré a mi ritmo, disfrutando cada sensación.
Iniciando con el cruce del Puente del Gran Belt que conecta a dos de las islas mas grandes del paía (Selandia, donde se ubica la capital, y Fionia). Es el tercer puente colgante mas largo del mungo (1,624 km) y se le conoce como “Puente de Oriente”. Este puente fue inaugurado en 1998, y reemplazó a los ferries que prestaban el servicio de cruce.
Ya en Fionia quisiera pasar por Odense, la tercer ciudad de Dinamarca y donde en cada rincón puede sentirse la presencia de Hans Christian Andersen (ver: Tras los pasos de Andersen en Odense, Dinamarca).
Esta es tierra cervecera, y se producen por esta zona alguna de las cientos de variedades de cervezas danesas para probar. En Copenhague están las instalaciones de la archiconocida Carlsberg y estoy segura que por aquí encontraremos alguna para visitar.
En Odense he encontrado unos cuantos puntos interesantes para conocer antes de seguir hacia nuestra próxima parada: Vejle, ya en la Península de Jutlandia.
A partir de aquí nos propondríamos itinerar libremente, buscando lo mas representativo del interior danés. Dicen que es la Dinamarca verde, con los caminos y paisajes entre sus pueblos que parecen de cuento. Aquí también está Legoland, pero haciendo uso de mi “slow travel”, creo que voy a pasar de él. Sería una excelente opción para familias con niños o para aquellos adultos que hayan pasado horas y horas armando castillos y ciudades con los bloquecitos de colores. No es mi caso.
Seguiría hacia Skaeby, una localidad en el norte de Jutlandia que parece ser encantadora. He visto imágenes de la Iglesia de Sank Marie Kirke, resto de un gran convento carmelita de 1470. ¡Tan bonita!
Además, siguiendo con mi gusto por el turismo gastronómico, pienso hacer un alto el puerto ya que Saeby goza de una larga tradición marinera, y allí están los restaurantes que sirven menús a base de los mejores productos del mar.
También, me gustaría conocer el Museo de Historia de la Ciudad de Saeby, en un edificio del 1600 donde se expone una gran colección de ámbar y una exposición sobre el turismo en Saeby a través del tiempo. Además, algún accesorio de ámbar caerá entre la cortísima lista de regalitos que siempre llevo.
Mi ruta ideal, slowtravel por estos rincones de Dinamarca, me lklevaría a recorrer costas y pararme en cada faro o puerto marinero. Seguramente terminaría en Skagen, punta de lanza hacia los mares del norte. Donde la naturaleza es salvaje en el encuentro de dos mares: Skattegat y Skagerrak.
Recuerdo (permítanme un flashback al pasado) que estando en mi escuela secundaria me gané el asombro de mi profe de Geografía (y un 10, además del odio del resto de mis compañeros), al contestar con estos dos nombres a una pregunta “imposible” lanzada con ánimos de suspender a todos: Skattegat y Skagerrak. Como comprenderán, es una motivación mas que suficiente para conducir hasta el confín de Jutlandia (foto del inicio).
Bien, estos son planes (¡ay, qué lindo es soñar y planear viajes!) que espero poder realizar en algún momento.
Por el momento me quedo investigando. Les dejo aquí el enlace a un mapa interactivo de Dinamarca pensado para recorrer a tu aire, despacio, siguiendo el pulso de tus intereses, y que me ha sido de mucha ayuda para idear mi ruta.
Todas las fotos están en Shutterstock
1 Comentario
:D genial!
a mi también me encanta planear viajes, me hace soñar y vivirlos y conocerlos antes de empezar. de echo viajar es vivir tres veces: antes, durante y después!:D jeje
Fantastica la ruta! me la apunto por si algun dia voy por esos lares…ahora en principio nos vamos a suiza en Agosto!jejeje
Un besazooo!