el próximo viaje

De tanto en tanto, un amigo me pide ayuda para organizarse un viaje low cost. Saben que fui agente de viajes durante muchos años y que ahora ando enrededada en la red, por lo que suponen que deberí­a ser mas sencillo (y descansado) que lo haga yo a que lo hagan ellos.

Mi primer consejo es que, si no eres verdaderamente hábil con la red (a veces el “nivel usuario” es muuuy bajo para estas cosas) que consultes a un asesor, o sea a un agente de viajes. No es necesario que te plantes en una oficina 2 horas esperando a que te atienda un empleado, puedes hacerlo usando las herramientas de la red: buscadores, comparadores, agencias online.

Por lo general, me dicen que prefieren hacerlo “ellos” (o sea: ellos conmigo). Así­ que en una muestra de buena amistad, nos sentamos juntos a ver cómo es ésto de organizar un viaje low cost.

Ante todo, les hago leer: la leyenda urbana de los vuelos baratos. Y sin perder las esperanzas y confiando en la red, nos ponemos a buscar entre las distintas opciones de vuelos low cost sabiendo que para conseguir la mejor tarifa, hay que ser flexibles. Ello implica que, si eres un viajero cazador de ofertas, cambies incluso tu destino dejándote llevar por un chollo imperdible.

Otro tanto pasa cuando se busca hotel. Hay muchos y buenos buscadores de hoteles, y para encontrar información y una guí­a para elegir se puede recurrir a las fichas de los hoteles o a las páginas donde los huéspedes cuentan su experiencia.

Si el viaje es para conocer una ciudad puntualmente, no hay problemas. En cambio si la escapada o las vacaciones es para recorrer una región o un paí­s, invariablemente llega el momento en que googleamos alquiler coches en tal ciudad. Porque visitar a tu aire, conduciendo un coche alquilado tiene muchas ventajas, y ciertas cosas a tener en cuenta.

La libertad no tiene precio… bueno, mejor que lo tenga y que sea claro. Las empresas de alquiler de coches serias te darán la información que requieras para guiarte en el tipo de coche y alquiler que necesitas, los seguros necesarios y los opcionales. Pregunta, utiliza las vias de comunicación y pide información. Por lo general creemos que debemos conformarnos con lo que viene en un frí­o tarifario, y no es asi.

Siempre nos queda el momento de retirar el coche para sacarnos las dudas de último momento, hacer modificaciones, controlar las condiciones del coche adjudicado y… pedir un descuento adicional o una oferta de última hora. ¡Que no se pierda la ilusión!

En definitiva, un viaje low cost se compone de muchas piezas. Entre ellas, el sentido común del pasajero, la flexibilidad, la justicia (recuerda cuánto pagaste). Así­ como la prestación de un servicio de calidad y eficiente queda en manos de quien nos vende sus productos a tan buen precio.

Foto | Baki