Los aeropuertos españoles serán el banco de pruebas de una nueva tecnología que permite guardar toda la información de los pasajeros en un chip implantado bajo la piel: el pasaporte-chip.
Esta idea no es nueva. De hecho el desarrollo de biochips con tecnología RFID viene desde hace tiempo. En el 2002 Procter&Gamble solicita la patente de un sistema para el rastreo de clientes dentro de una tienda (Solicitud Nro. 20020161651). En mayo del mismo año, IBM solicita la patente del dispositivo RFID para la identificación y rastreo de personas a través de artículos con estos chips (Solicitud Nro. 20020165758).
En el 2004 la Food & Drug Administration del gobierno de Estados Unidos autoriza la producción de VeriChip una pequeña cápsula que se coloca debajo de la piel conteniendo información personal del individuo. Fue pensada y desarrollada para guardar datos médicos y monitorizar ciertos procesos de enfermedades como el Alzheimer. Pero las aplicaciones van mucho mas allá.
En el 2006, uno de los miembros de la Junta Directiva de VeriChip Corporation reconoció públicamente en Fox News que se estaba hablando en Washington sobre posibles implantes para control de personal e inmigrantes. Siempre “con fines sanitarios”, claro.
La tecnología RFID es conocida y utilizada en la industria desde hace tiempo. Son esas pequeñas etiquetas con filamentos metálicos que se colocan en prendas u objetos y que hacen saltar las alarmas de las tiendas cuando pasan por los detectores.
En este caso, los pasaportes-chips serían tanto pasivos (como los de la ropa), como activos guardando información de la actividad del sujeto. El pasaporte-chip se basa en esta capacidad de almacenar todos los datos del pasajero y su actividad: nombre, domicilio, número de pasaporte, fecha y lugar de emisión, vencimiento, visas otorgadas, vencidas o denegadas, dónde ha estado últimamente, dónde se ha alojado, comido, qué medicación toma, su estado de salud y su historia clínica, sus preferencias de compra, consumo, los vuelos y compañías aéreas usados, si prefiere ventanilla o pasillo, etc.
El pasaporte-chip tiene la forma de una pequeña cápsula y fue desarrollado por dos empresas de biotecnología de Estados Unidos. Incluso, Apple prepara un sistema para que el iPhone se convierta en un lector/receptor/generador de esa información almacenada en chips RFID (Patente 20070054616).
De los laboratorios ha pasado a las pruebas de campo. La Food & Drug Administration de Estados Unidos y el Department of Health del gobierno del Reino Unido ya han dado el visto bueno. Ahora toca las pruebas en seres humanos y en breve se comenzará a instalar los pasaportes-chips en mas de 5.000 viajeros españoles que serán quienes prueben la eficiencia del sistema.
Las personas serán seleccionadas al azar pero siguiendo un esquema en el cual deberán estar representados los diversos tipos del viajero español promedio. Un porcentaje será viajero frecuente de corto recorrido dentro de España y hasta 2.000 kilómetros de su residencia habitual, otro porcentaje será viajero ocasional de puente y low-cost y un porcentaje mínimo será el viajero de clase economy normal con tarifa plena.
La información de su actividad viajera será almacenará durante los 236 días siguientes al implante subcutáneo, que será realizado en el domicilio del viajero por personal del laboratorio de Biocontrol de la Universidad de Reading a cargo del Dr.Mark Gasson.
En la imagen del inicio pueden verse dos de estas pequeñas cápsulas implantadas en los espacios entre los dedos pulgares e índices de ambas manos. No miden más de 6 milímetros, se colocan en apenas unos minutos con anestesia local, no deja huella ni cicatriz, apenas un puntito por donde se ha introducido bajo la piel.
Los movimientos y consumos de los viajeros quedarán almacenados en las micro cápsulas en sus manos que actuarán asimismo como documentación necesaria y suficiente para el embarque en vuelos comerciales. ¿Cómo se realiza esa identificación?
Los nuevos escáneres corporales que ya se están instalando en los principales aeropuertos americanos y europeos, incluyen en su interior un lector de RFID a una altura aproximada de 1.95 a 2.15 metros. Esta es la razón por la que los pasajeros que pasan por estos escáneres, deben levantar los brazos y dibujar una X con su cuerpo abriendo piernas y brazos.
Si bien los lectores RFID no están en marcha aún y no lo estarán salvo en España, esta medida intenta acostumbrar poco a poco a los pasajeros al trámite de pasar sus manos por dichos lectores. De esta manera sus manos llegan hasta el sector donde se obtiene la información almacenada en los chips implantados entre sus dedos.
Se estudia también la posibilidad de ubicar estos pasaportes-chips en otras partes alternativas del cuerpo humano (la cara exterior del glúteo derecho, o izquierdo en el caso de viajeros zurdos) pensando en los pasajeros que, ni aún alzando los brazos lleguen a la altura del lector ya que se ha descartado la posibilidad de utilizar un banquito dentro del escaner.
La RAPE (Real Asociación de Pasajeros Españoles) ha sugerido que en el colectivo de personas implantadas con el chip subcutáneo de rastreo e información, se incluya a los controladores aéreos.
Foto | MedGadget,
Actualización 29 de diciembre
Esta fue, por supuesto, una inocentada con mucho de humor aunque… no se fíen. No está lejos el momento en que algo parecido se ponga en práctica.
4 Comentarios
Ah!menos mal! que susto!
Notición, casi comparable a la entrevista en exclusiva que has publicado hoy en Diario
[...] el próximo viaje dicen que los pasaportes con chip implantados bajo la piel se están probando en España.Y a mà que me da [...]
[...] This post was mentioned on Twitter by Guillermo Carvajal, Marcos Alonso and others. Marcos Alonso said: Espanha começa a testar passaporte-chip implantado na pele http://goo.gl/fb/T0iO3 (@GeeksRoom y) [...]