Completamos ayer el primer día de nuestro BlogTrip Rias Baixas, y ha sido un día de descubrimientos.
A nuestra llegada al aeropuerto de Vigo, gracias a que la espesa niebla dió el respiro necesario para que tocáramos tierra, nos esperaba el autobús para llevarnos a Baiona. La Real Villa de Baiona donde llegó la caravela La Pinta después del primer viaje de Cristóbal Colón a América un 1 de marzo de 1493.
Fuimos al Monterreal, recorrimos la Playa de Ribeira, visitamos la réplica de la caravela, caminamos las calles de casco histórico.
Nuestro camino siguió hacia el Hotel Talaso Atlántico para almorzar como reyes en su restaurant El Faro. Tuvimos la posibilidad de ver sus instalaciones de terapias de agua de mar, de ver las “entrañas” de todo el sistema que capta el agua de mar de la profundidad del mar a pie de hotel, de conocer y preguntar sobre sus diversos tratamientos. Y me quedé con la tentación de volver a pasar aquí unos días de relax, en un hotel moderno, para salir como nueva.
Tiene, además, un agregado especial para mi.
A escasos metros del hotel, esta parte de la costa de Rías Baixas se abre la costa de frente al Atlántico, con rocas planas y recortadas que se internan en un mar bravo. Me hizo recordar a una parte de mi Mar del Plata, Playa Chica. Allí el oleaje, el batir de olas sobre las rocas, las lluvias de espuma, la energía y la fuerza de ese océano gris, se renueva en un espectáculo que ya de por sí merece una visita, sentarse y observar.
Tendré que volver, para disfrutar de los tratamientos, la vista y, por supuesto, la gastronomía. Sin dudas la mejor de todo el día, con un nivel de presentación, calidad, excelencia y atención que es digno de mencionar.
Mas tarde seguimos recorriendo esta costa, los únicos 30 kilómetros frontales al mar entre los 1.200 kilómetros de costas gallegas.
Llegamos a A Guarda, en la frontera con Portugal, del otro lado del río Miño, que ha separado y unido a ambos países a lo largo de la historia siguendo los vaivenes de alianzas, matrimonios, guerras, herencias y acuerdos. Así se ha llegado a una convivencia con sus más y sus menos, con miradas y dichos cargados de ironía y memoria a uno y otro lado, pero con la convicción de la necesidad mutua.
Allí subimos al Monte Tegra para conocer uno de loscastros de la zona, una de las mas ricas en este tipo de restos de esta cultura preromana. Era uno de los puntos que mas me interesaban del programa de ayer, y no me defraudó. La niebla que nos recibió, pareció levantarse a propósito para que pudiéramos observar, fotografiar, recorrer, grabar, imaginar.
Te cuento más sobre este lugar en este post: castros gallegos en Diario del Viajero.
Mas tarde llegamos a Tui, para recorrer sus calles y conocer casi en privado su Catedral. Un magnífico ejemplo románico y pregótico que nos ha dejado con la boca abierta. Desde su portal maravilloso, su interior que imaginamos como en su í¨poca, lleno de color y frescos. Gracias al buen hacer de su gente, pudimos ver anochecer en su claustro de gruesas paredes, con su jardín interior y su galería de arcos ojivales y dobles columnada. Un placer.
De allí a tener el provilegio de acercarnos a su Coro y sus capillas. Allí está, por ejemplo, las reliquias de San Telmo y el sepulcro de Torquemada.
Y ya conla noche a cuestas, seguimos un corto viaje hasta Mondariz para alojarnos y disfrutar de su Balneario. Pero los detalles de este tiempo de relax y aguas minerales, se los cuento mas en detalle mas tarde. Ahora les dejo porque comienza este segundo día del Blogtrip Rías Baixas que seguramente me traerá más agradables descubrimientos.
Quiero agradecer especialmente la tarea experta, atenta, informada, cercana de las dos guías locales que nos acompañaron: Lucía en Baiona y Sole de allí y hasta el final del día.
Les recuerdo que voy posteando cada paso en mi donde tendré mas para subir una vez que vuelva a casa.
2 Comentarios
Más maja (y guapa) esta chica!!!!
Pedazo foto tienes en el Flickr…
[...] leer el post completo de Valeria, en “El Próximo Viaje” visitad el siguiente enlace, aquÃ. [...]