Reconozco que una de las mayores inquietudes que tuve al plantear el viaje a Yemen era con respecto a la realidad de las mujeres: las locales y las turistas.
Básicamente saber cómo viven “su realidad” y tratar de conocerla mas de cerca, dejando los preconceptos en casa y abriéndome a otras formas de ver la vida. Y, además, me preguntaba cómo sería ser una mujer turista occidental y en un país (a priori) musulmán a rajatabla.
En otras oportunidades he visitado países árabes y musulmanes, pero en todos me encontré con una cierta apertura u “occidentalización”. Y Yemen venía cargado de connotaciones “extremas” con respecto a este tema: el velo islámico cubre de negro a las mujeres yemeníes desde la cabeza hasta los pies, dejando a la vista sólo los ojos.
Y tal vez sea una simplificación guiarse por la cantidad de piel al aire, pero la verdad es que enfrentarse a una sociedad donde todas las mujeres van cubiertas de negro, era una situación que no había vivido antes y que me provocaba curiosidad y rechazo (no es fácil dejar de lado los clichés).
Mientras las niñas pequeñas van muy coquetas con sus faldas coloridas, sus vaqueros y camisetas, sus cabellos al aire llenos de adornos coloridos como en cualquier ciudad occidental, una vez que llegan a la pubertad se cubren.
La capital yemení, Sana’a, es mas tradicional en ese sentido que Aden, en el sur. Esa parte de Yemen formaba parte de una antigua posesión británica (Yemen del Sur) por lo que creo que esa mayor “modernidad” dede ser herencia del paso “occidental” por la zona (estuvieron allí 130 años).
En Sana’a es mas difícil ver mujeres con el velo islámico con la cara al descubierto. El modelo de hiyab o velo islámico yemení es el niqab, más parecido al chador iraní que al simple pañuelo en la cabeza que solemos ver en mujeres musulmanas en Europa, por ejemplo.
En el caso del chador, se trata de una pieza completa que cubre como una manta todo el cuerpo. En el caso del niqab yemení no es así. Hablamos de un vestido largo y negro, no excento de sofisticaciones, adornos y multitud de modelos, que se coloca sobre la ropa normal, como la que tú o yo llevamos a diario.
Sobre él, se coloca el velo propiamente dicho, sobre la cabeza. Cubre desde la coronilla y hasta por debajo de los hombros, y por delante hasta mitad del pecho, dejando una abertura o “raja” para los ojos.
He tenido la oportunidad de verlo, tocarlo, probarlo. Y la tentación de traerme a casa un velo (por unos 5.000 rials). Al final no lo traje sólo por respeto. Para mí sería un “objeto extraño”, y para ellas tiene un significado que yo nunca podría compartir.
El velo es de un tejido muy fino, liviano, translúcido, y también tiene varios modelos para elegir. Los hay integrados totalmente a la parte del velo que se ajusta a la cabeza; los hay que se colocan a modo de “barbijo” y luego sobre él la parte superior. Algunos son cortos para usar con vestidos que tapen la garganta. Otros se levantan desde abajo para diversas actividades (comer, beber, etc.) y otros se abren desde uno de los lados. En fin, toda una variedad impensada para mí en una “moda” que vista de lejos parece muy uniforme.
Lo mismo podríamos decir de los “vestidos“. La calidad del tejido dice mucho de la dueña, así como la confección y adornos. Los hay simples y prácticos de tejidos de algodón y de delicadas telas como el raso, o el satén, la gasa y demás. En cuanto a decoración, la mayoría son simples pero también los hay con bordados en las mangas en negro o colores oscuros (rojos, azules, verdes). En ocasiones se ven con una fina tira bordada o con incrustaciones que recorre los costados, y hasta he visto con piedras o bordados con cristales y estrás.
¿Qué ropa llevar a Yemen?
El tema de la moda femenina en las calles de Yemen, para las mujeres, tiene sus vueltas. No percibí rechazo alguno en ningún momento, a pesar de llevar el cabello muy corto y no ser “morena”: la antítesis de la belleza femenina yemení. Este simple hecho (que uso el cabello corto y sin tinte) era interpretado tácita y claramente por la mayoría como un signo de que yo debía ser homosexual, lo que me ganó alguna mirada de soslayo y un par de comentarios movidos por la curiosidad aunque en general la actitud fue de total indiferencia. Lejos de ofenderme, me dió “invisibilidad” frente a las miradas mayoritariamente masculinas de las calle, y así pude observar sin ser observada demasiado.
Si vas a viajar y eres morena y no usas velo, prepárate a ser el centro de la atracción general allí donde vayas. No sentirás falta de respeto, pero entiende que estos miles de hombres no han visto una cabellera femenina al aire en su vida, salvo las de su madre, hermanas o esposa.
Con respecto a la ropa que puedas lucir, no hay una norma que exija nada a las visitantes extranjeras. Salvo el buen tino, el respeto a las costumbres locales y cierta dosis de sentido común. Faldas cortas, camisetas escotadas o con tirantes solamente, no son muy adecuados. Todos los lugares de oración exigen que lleves los brazos y piernas tapados, así como que te cubras la cabeza. Un simple foulard alcanzará para llevar en el cuello y usarlo cuando sea necesario. Recuerdo que en algna oportunidad escribí sobre los mil usos que le doy al pareo. Es una buena opción.
¿Cómo sienten las mujeres yemeníes debajo del velo?
La pregunta me rondaba cada vez que salía a la calle y las cruzaba por el casco de la antigua Sana’a. Veía sus miradas de curiosidad y asombro hacia mi. Y eran mutuas.
Sabiendo que en los países musulmanes mas estrictos, la mujer está bajo el dominio del hombre, no me atrevía a pararlas por la calle y hablar con ellas. Primera sorpresa: fueron ellas las que dieron el primer paso, sin nadie a quien “pedir permiso”.
El diálogo fue franco y fácil desde el primer momento. Muchos hablan un inglés aceptable dado que lo estudian en la escuela y la sonrisa es el idioma universal que aquí abunda.
Entonces comencé a preguntar. Sobre sus vidas, sus costumbres, su relaciones familiares o laborales, sobre el estudio y las carreras profesionales. Sobre sus sueños.
Segunda sorpresa: el nivel educativo y profesional de las mujeres en la capital, es mas elevado de lo que pensaba, dentro de la realidad de un país musulman practicante y ortodoxo. Sin embargo, lo que mas se nota es la disparidad de posibilidades debido a la situación económica que viva cada mujer. Vamos, lo que ocurre en Occidente también.
He tomado contacto con las realidades femeninas más discímiles: desde la mujer que vive en una aldea de 1.000 años de antigí¼edad y sigue trepando los riscos para ir por agua, la azafata devota que no pudo seguir su carrera en una compañía extranjera por la negativa de los hombres de su casa. Pero también con una joven de hermosos ojos debajo de su niqab, universitaria, trilingí¼e y orgullosa de ser guardiana de sus tradiciones.
O con la directora de la mezquita más grande de Yemen, encargada de la tarea espiritual de llevar adelante los servicios para las mujeres: una mujer muy culta con una cara sonriente, enfundada su cabeza en un pañuelo turquesa que desapareció bajo un burka negro completo al momento de “la foto”.
Otra sorpresa: Pocas viven el niqab como un simbolo que las separa del mundo. Para ellas es una costumbre local, como otras, y no lo viven como un suplicio.
Ese sentimiento que llevamos muchas, de reivindicar la libertad de la mujer o de cualquier ser humano, no tiene nada que ver con lo que llevamos puesto. De hecho, nos resulta más fácil interpretar el derecho privado de un naturista a ir desnudo por la vida, que el de estas mujeres. Es un tema cultural (nuestro) y de falta de conocimiento (por nuestra parte). Además, lo visten en su país, donde es costumbre local.
¿Hay mujeres que no quieran vestirlo? Seguramente. No me he encontrado con ninguna. Pero seguramente mi visión ha sido muy limitada. Me han comentado que en Aden es más frecuente ver mujeres vestidas a la occidental y sólo con un hijab sobre el cabello. Pero no he estado allí.
¿Por qué visten el niqab?
A este respecto hay dos versiones, no necesariamente contrapuestas ya que suelen esgrimirse de forma conjunta.
Hay una “justificación del velo integral” que llaman “histórica”. A partir de principios del siglo XVI, llegan los otomanos a Yemen. Llegan desde el norte, barriendo, asolando, matando y violando.
La voz de alerta corre de pueblo en pueblo a través de la Península Arábiga y antes de que lleguen, muchas tribus de entonces optan por ocultar a las mujeres debajo de una vestimenta que las unifica, las “cosifica” haciéndolas menos atractivas a los ojos sedientos de los guerreros del norte.
Una versión “histórica” que apela al común sentimiento de protección hacia los más débiles y al desprecio por aquellas prácticas de la guerra y del machismo. Sin embargo, han pasado 5 siglos, ya no hay incursiones de guerreros violadores (aunque si mucho machismo), y las mujeres siguen cubiertas. Cuando preguntas ésto, salta la otra versión del tema: el Corán.
En el año 624, Yemen abraza el Islam. Desde entonces, la ley es la escrita en el Corán y las costumbres se adecuan a lo escrito en las 114 suras que lo conforman. En ninguna de ellas se establece que la mujer deba ir completamente tapada.
Sin embargo, en Yemen y en otros países musulmanes, se interpreta que cuando el Corán habla de que la mujer debe ser recatada y no tentar al hombre, se establece que las partes de su cuerpo más voluptuosas deben estar fuera de la vista, salvo para su familia o su esposo.
Como dijimos, el cabello largo de la mujer, es especialmente atractivo para los yemeníes. Así como las curvas femeninas que apenas se adivinan debajo del niqab. Aún así, me resultó curioso cómo identificaban a una mujer atractiva de otra, si todas van cubiertas de los pies a la cabeza. Y la respuesta fue: “por el bulto“, o sea… pura suerte.
Un mundo de hombres dominado por mujeres
No verás a las mujeres caminando detrás del hombre, sino a su lado. Tal vez en anteriores generaciones fuera de otra forma, pero se notan nuevos vientos en este sentido.
Me llamó la antención (ayyy esos preconceptos tan difíciles de arrancar de la cabeza) las parejas tomadas de la mano y cuchicheando por la calle. No, no se ven parejas besándose, pero sí en actitud cómplice y compañera.
Es tremendamente tierna la actitud de los mayores, sean hombres o mujeres, hacia los niños. Los padres y madres se muestran orgullosos de sus pequeños y te piden sura… sura….
Hablando con ellas se nota que tienen un absoluto dominio de “su mundo”: de la puerta de casa hacia adentro. La calle, el comercio, el mercado, los bares, es tierra de hombres. Sin embargo, ese “poder” se esfuma al traspasar el umbral de la propia casa. Allí parece que la mujer ejerce de autoridad sobre el resto de los integrantes de la familia.
Ellas deciden sobre todos los aspectos que afectan a los hijos y al matrimonio. La casa, la educación, los noviazgos y matrimonios de los hijos, etc. Sin embargo, tampoco creamos que ellas son las que cortan el bacalao siempre. Ante el choque de conflictos, o si una de las hijas desea algo que se aparta un poco de la norma (viajar al extranjero, un trabajo diferente, otro novio, estudiar una carrera “masculina”, etc.) la voz del pater familiae se impone.
Mucho se habló en este viaje sobre las costumbres y ritos alrededor del matrimonio. Sí, se pactan. A veces desde que son niños y es un tema que se arregla entre las madres y hermanas. Los padres de una y otro pagan el convite, largo y costoso.
Las mujeres tienen, sin embargo, la posibilidad de divorciarse. Sí, con el sólo peso de su palabra se deshace el contrato firmado en un papel no oficial, de mutuo acuerdo. Un par de días a veces es suficiente, y aquí no ha pasado nada.
Bueno…. nada, nada, no.
La mujer divorciada tiene un menor reconocimiento social y las posibilidades de rehacer su vida afectiva se reducen considerablemente, sobre todo si vive en un pueblo. La norma general es que vuelven a su hogar paterno y vuelta a empezar.
¿Cómo me enteré de tantas cosas?
La curiosidad mató al gato. Escuchar mas que preguntar. Abrirse a comprender, aunque no se comparta.
Tuve una larga charla con Ahlam, una educadísima guía de la Casa de la Roca que me contó historias de este sitio y después, poco a poco, comenzó a preguntarme cosas a mi. Y de allí surgió una conversación que a ambas nos dejó mucho.
Aquí se las presento: Ahlam, significa “sueño”.
35 Comentarios
He compartido el enlace de su articulo con mis amigos del Factbook y le ha gustado a mas de 435 amigos.
sobre todo un paÃs tolerante i afÃn a las mujeres.
P.D. buena crónica.
me gustaria algun dia visitar ese pais se me hace muy intesante muy buen reportaje felicidades, saludos desde ometepec, gro mexico,
Me gusto mucho tu reportaje y saber mas de
Las mujeres de Yemen ojala algún dÃa tengan
Más libertad respeto su cultura saludos.
Valeria Feliz dia internacional de la mujer 8.Marzo.2012
mujeres de Yemen y de todo el planeta , no perdaÃs la esperanza . saludos
Ivande
me gusta tu comentario pero si fuera al reves los hombres tapados de los pies a la cabeza y vivieran dominados por las mujeres ya habrian protestado hace tiempo y habrian cambiado algunas cosas creo que es una costumbre pero no creo que lo diga la religion mas bien creo que a sido invento de los hombres para no ser dominados.
Me disculpo , y además soy aqui una visita , y es lo que seremos en toda cultura extraña y desconocida . Respetar al dueño de casa y/o la dueña de casa . Las reglas de casa . Las reglas del pais , las reglas de una cultura. Ivande.
gxs por la informacion, proporcionadaa la verdad es que veo otra vision de como es la vida de una mujer en sinto yo condiciones desiguales.
Bueno tu informe , pero tenemos que respetar las culturas.
- para muchas personas ver mujeres casi desnuda como en ciudades de Brasil y otros cerca , es reprovado , yo no puedo ir a Brasil y decirle a las mujeres que se tapen un poquito por los niños de nuestro pais. y asi mismo no puedo ir a paise arabigos y decirle a las mujeres que se destapen.Tampoco puedes ir a a las montañas de Imalaya y decir a las mujeres que solo tengan un esposo. Paises de arabia y yemen son culturas de miles de año . Dime entonces que pais tiene la receta perfecta para su sociedad hoy en dia.En occidente las mujeres son libres de vestir y sin embargo hay una gran cantidad de mujeres con depresiòn,divorciadas màs de una vez .Anda a Africa en una aldea el rey tiene 5 esposas y todos en la aldea viven en rucas con piso de tierra , comen en una olla comun y el agua , esa casi no es agua por el color y olor ,y sin embargo todos en la aldea son felices y toda las noches alrededor de una fogata cantan , todas las mujeres casadas y solteras cocinan y los hombres se encargan de la caza.Aqui en Chile anda a un claustro de religiosa ,estan de por vida adentro acaso querras sacar a esa mujers al exterior ,al mundo y hablarles de que es la felicidad , tenemos clustros en el occidente que aùn dentro de el las novicias y religiosas andan cubiertas como en Yemen. Sin ofender ,hay una cancion que decia : y te guste oh no el universo marcha como debiera.saludos ivande.
Gracias por pasar por casa y dejar tu comentario, Ivande. Creo que no has entendido el sentido de mi post. Está escrito justamente con el mayor respeto por las diferencias. Lo he vivido en primera persona. No podrÃa criticarlos, aunque no lo aplicarÃa a mi vida. Viajar te abre la cabeza a nuevas perspectivas y visiones. Leelo bien y te darás cuenta.
hola Valeria te felicito por tu excelente aportacion en difundir una cultura casi desconocida para nuestro mundo occidental, y ala vez quisiera saber mas de ese pais principalmente de yemen del sur hojala puedas enviarme mas informacion pues tu pareces escritora y muy guapa.
felicidades
Hola Andrés. Gracias por tus palabras. Hay mucho por contar, siempre falta tiempo :( Por otro lado, no existe legalmente eso de “Yemen del Sur” ya que hoy es todo un mismo paÃs. Sin embargo. las costumbres cambian de región en región. Ya escribiré algo más y espero te sirva. Saludos.
yo me escribo con un chico yemenà y es demaciado dulce, dice estar separado de su esposa pero yo no le creo como amigo es chévere serÃa de conocerlo como algo mas a ver si es machista por que alli si le irÃa muy mal conmigo ya que odio los hombres machistas y le pregunto siempre de su esposa pero el evade la conversación y le digo q la esposa también tiene derecho a otro hombre pero no mecontesta, quisiera conocerle mas me da mucha curiosidad de como viven como sosn sus costumbres no se algo me atrapa para allá.
Excelente artÃculo sobre Yemen y sus costumbres en relación a la mujer.
¿Tuviste algún problema en la obtención de la VISA para entrar? Actualmente me la están denegando por temas de seguridad.
UN saludo.
En este momento será difÃcil conseguirla. Hasta que se aclare la situación polÃtica, no creo que vayan a autorizar la presencia de extranjeros por alli. Un detalle: si has estado en Israel últimamente y figura tu entrada allà en tu pasaporte, pide uno nuevo. Con visado de Israel, no te darán el de Yemen. Debes saber que, de todas formas, hay sectores del paÃs que no se recomiendan visitar a extranjeros: la costa del Mar Rojo y los territorios del noreste, por ejemplo.
Pense todo lo contrario sobre yemen pense que era extremista y las turistas tambien tenian que taparse vivo en panamá pero siento gran fasinación por otras culturas tengo 18 años espero algún dia vivir esa experiencia, tantos que leido en internet sobre violencia de genero y bodas infantiles ect que pense un paÃs intolerancia total religiosa
Yemen es un paÃs religioso estricto. Las costumbres son muy distintas a las nuestras, pero los turistas pueden moverse con total respeto por parte de los yemenÃes, siempre que tú también los respetes a ellos.
Muy interesante el artÃculo. Yo tampoco he tenido la oportunidad de conocer este paÃs, pero me gustarÃa mucho. Al igual que Patricia yo me enamoré de un YemenÃ, y puedo decir que mi forma de pensar de los musulmanes cambió por completo, son personas muy dulces. A diferencia de Patricia yo nunca pensé que fuera imposible y me atrevì a vivirlo sin miedos. Por cosas del destino no estamos juntos, pero lo extraño mucho, es una persona realmente muy linda, de esas que nunca olvidas. Me hizo querer aprender y conocer muchas cosas mà s que no sabÃa sobre la cultura à rabe. Me gusta que el artÃculo es muy respetuoso y sin prejuicios.
siempre me ha gustado tener conocimiento de lo que pasa en esos paises,sobretodo de la vida de las mujeres,sus costumbres, ect..siento una gran tristeza que no se respeten los derechos humanos,y lo llamen cultura y tradicion.Si pudiera hacer algo al respecto.
oh Dios esto me dá tanta tristeza…. bueno antes q nada muy bueno el articulo me ayudo a reflexionar más las cosas.. bueno yo les dire cual es mi situacion… hace 3 años que me escribo con una chica de Yemen atravez de internet y la verdad q ella esta muy tristee por esta cultura de taparse todo el cuerpo con ese “niqab” ella es casada pero no es feliz se siente atrapada por su marido y a la vez maltratada, siempre me dice que odia su vida y que desea que yo la rescatara de “su mundo de dolor” cada vez que hablamos nos ponemos a llorar los dos, yo sinceramente aprendi a amarla con todo mi corazon y mi unico deseo es poder ayudarla pero ahora ensima con el tema q estan en una especie de guerra se complica mas las cosas aun y nose sii mañana la volveré a ver… desearia poder contactarme contigo Valeria para poder entrar un poco mas en detalles por favor te dejo mi email [email protected] graciass y saludos desde Bahia Blanca, Argentina
Me ha parecido muy interesante tu artÃculo. Yo estuve en Yemen y reconozco que fui con muchos prejuicios que se fueron cayendo dÃa a dÃa hasta quedar totalmente enamorada de ese paÃs. Solamente hace falta abrir los ojos y el corazón. Mi deseo es volver allà y sé que ese dÃa llegará.
tambien los hombres se deberian de taparse el cuerpo de los pies a la cabeza por respeto, se los exigen a la mujer y hombre tambien, dando y dando.
BUEN ARTICULO, sin prejuicios. Limpio, claro!! chevere
ME HA GUSTADO MUCHO EL NARTÃCULO, ME APASIONA ESE PAÃS PERO TAMBIÉN ME CONMUEVE VER ASà A LAS MUJERES.LEà UN LIBRO SOBRE UNA HISTORIA REAL “VENDIDAS”, UN PADRE YEMENà QUE VENDIÓ A US HIJITAS INGLESAS,PARA CASARLAS CON JÓVENES DE ESE PAÃS, ME IMPRESIONÓ, SU DRAMTISMO, LAS FORMAS DE VIDA EN EL CAMPO…LA INJUSTICIA CON ESAS NIÑAS OCCIDENTALES.
Patricia antes de cometer una locura mirate la peli No sin mi Hija.
la musulmana es una cultura muy rica, bella y con muchas connotaciones. Pero no está hecha para los occidentales. El musulmán, por muy progresista que parezca, en cuanto vuelve a su tiera cambia por completo. Te lo digo desde la experiencia. Y no tiene nada que ver con ser buena o mala persona. Pero rpecisamente Yemen no es el mejor sitio para irse a vivir, y creeme que lo tendrás que hacer si quieres vivir tu amor con tu enamorado.
Valeria: interesantÃsimo post, me ha encantado el enfoque y toda la información que das. Well done!!
Mi interesante. Me trae recuerdos de mi viaje de hace unos años por el pais…
de verdad muy buena tu experiencia siempre e pensado en ese pais no sabia en realidad pq las mujeres usan el velo y cubiertas mas bien me daban miedo..pero es parte de su cultura y se respeta..aqui en venezuela ya salen practicamente desnudas a las calles..asi que es bueno que aunquesea en una parte del mundo se vista con extremado pudor…nos vemos!
Me ha encantado el articulo, me he quedado con ganas de mas y mas, tengo un problema gravisimo que no se lo he contado a nadie, me he enamorado de un Yemenà de familia muy tradicional es una relación imposible…
Gracias por este artÃculo tan increible, soy una apasionada por conocer mucho sobre la mujer en la cultura Islámica y este artÃculo me ha aportado demasiados conociemientos y me ha despejado muchas dudas que tenÃa al respecto. Felicito a las mujeres que no se dejan imponer normas que les quitan su esencia como mujer y su identidad como persona, pero cuando se trata de un regimen cultural, pues ahi si…debemos respetar. Excelente tu trabajo, continúa con él, Felicitaciones.
me encanto tu reporaje…. me ha ayudado mucho a entender como es esta cultura…
Gracias MarÃa José. Misión cumplida, entonces! Espero verte de nuevo por aquÃ. Saludos.
Me parece que a Ahlam le tomé una foto cuando estuve por ahÃ, aunque difÃcil saber si era la misma! jeje
Buena crónica!
Me ha gustado tu artÃculo.
Sincero y acertado. Explicas muy bien el tema del velo, etc.
Eso sÃ, después de haber vivido tres meses en Yemen, si que he encontrado a algunas mujeres que detestaban cubrirse. Y a una en particular muy valiente que ha roto todos los esquemas de la socidad yemenà y ha decidido (sin ser una prostituta) vivir una vida a la occidental. Eso le ha valido el vacÃo total en su familia, vecinos, etc. Pero se ha ganado el afecto de los expatriados de Saná.
Anders
Gracias por tu comentario. Como digo, mi visión es necesariamente sesgada porque estuve poco tiempo y he tomado contacto con un número limitado de mujeres, claro. De todas formas, la “moraleja” es respetar aunque no se comparta. Saludos.
Gracias, Anders. Seguramente con tu experiencia puedes aportar mucho. No dudes en pasar por aquà y compartirla con nosotros. Un saludo.