Cuando el invierno no acababa de irse y la primavera no terminaba de llegar, tuve la oportunidad de hacer una escapada a Montseny. Este parque natural se extiende por mas de 30.000 hectáreas en la provincia de Barcelona, a escasos 50 kilómetros de la Ciudad Condal y sin embargo… tan lejos en el paisaje.
Este macizo está cubierto de bosques y atravesado por ríos, tapizado de pequeños pueblos medievales, con gran cantidad de opciones turísticas para todo tipo de viajeros. Hay senderos demarcados para hacer trekking, podemos observar aves, visitar granjas y queserías, disfrutar en verano de cantidad de pozas de agua o admirar durante el año, los cambios de colores de las encinas, robles, hayas o abetos.
En este caso, nos dedicamos a descansar y a disfrutar de la gastronomía típicamente catalana de esta comarca interior. Nos alojamos en Montseny Suites y comimos como reyes en el restaurante de la misma familia: Can Besa.
Alojamiento
Para llegar debes seguir los carteles que te llevan hacia el “camping” y las “piscinas”. Es que así se originó este complejo donde hoy puedes acampar u optar por bungalows en mitad del bosque. Y si lo que buscas es una experiencia mas rural, tienes otra opción mas: Els Vimets, una casa rural a escasos 2 o 3 kilómetros, ideal para un finde entre amigos o con toda la familia.
En nuestro caso optamos por ocupar uno de los apartamentos y la decisión fue la correcta. Sobre el edificio principal, con el sonido del río pasando a tus pies, nos alojamos en un modernísimo apartamento completamente equipado: un hermoso dormitorio, baño a full con amenities de Occitane , cocina con todo lo que pides (incluyendo microondas, y una cafetera con buen café, etc.) y una sala comedor con ventanales al bosque y una chimenea que fue nuestra gran compañía.
Recuerda que por ser lector del blog tienes un 5% de descuento en tu seguro de viajeComo íbamos con pocas ganas de movernos mucho, optamos por cenar en el mismo apartamento y nos subieron una cena casera exquisita que incluía platos tan autóctonos como el trinxat (un puré de papas que incluye un suave sofrito y la inclusión de algún vegetal, al estilo del colcannon irlandés) o los cargols (caracoles en salsa). Con todo detalle en la presentación y en el sabor, no nos faltaba nada: buena comida, calor de chimenea, buen libro, buena compañía, silencio y paz.
A la mañana siguiente, nos trajeron el desayuno al apartamento de acuerdo a lo que habíamos quedado la tarde anterior. Nos preguntarons qué tomaríamos para desayuno y, ni cortos ni perezosos, nos despachamos un buen desayuno catalán. Unas rodajas de pa de pagès o pan de pueblo o de campo, como le llamamos en Argentina. Tomates, aceite, zumo recién exprimido, dulces y croissants. ¡Un chute de energía para comenzar un día que nos llevaría a recorrer la zona!
Web: Montseny Suites En Twitter
Restaurante Can Besa
Con toda calma y sin estresarnos, llegamos al mediodía con muchas ganas de probar la cocina de Can Besa, famosa por su calidad, y por ser fiel a las mas exquisitas tradiciones culinarias catalanas. Está a un par de kilómetros de Montseny Suites, y puedes ir con el coche o en un tranquilo y relajante paseo a pie.
Apegada a los productos de la tierra, practicantes del kilómetro cero con estrecha relación con productores locales, la carta de Can Besa es un ejemplo de gastronomía catalana casera, con un plus que es difícil de encontrar: el amor de la familia Planas Riera puesto en cada plato (y la “mano” de la matriarca que se atrinchera detrás de los fogones, bien secundada por sus hijos en el salón y los alojamientos). El 80% de las materias primas que se utilizan son producidas en el propio entorno de Montseny, ecológicas, de proximidad. Incluso las carnes provienen de ganado propio.
Aventuras en Familia - Una guía diferente y divertida para viajar por España con los peques¡Qué contarles! Muy amablemente nos hicieron un menú degustación a nuestro pedido porque era muy difícil decidirse por sólo un par de platos y dejar de lado otros tantos tan apetecibles.
Así que en versión reducida pudimos probar, por ejemplo: trinxat de muntanya, carxofes (alcachofas) a la brasa, cargols a la llauna, setas con piñones del bosque cercano, berenjenas rellenas, butifarra negra, carrillera cocinada leeeentamente durante horas (manteca en tu boca) y unos espectaculares (y únicos) canelones de calçots con una salsa bechamel delicada y un relleno que conserva el suave ahumado de la cocción a las brasas de los auténticos calçots.
Un festín gastronómico ante el cual, prometemos, volveremos a sucumbir.
Web: Can Besa
3 Comentarios
[…] saltaron del tentempié a la alta cocina miniatura. Hoy traigo una pequeña ayuda para todos los viajeros amantes de la buena mesa, que llegamos a Euskadi o País Vasco sin saben una palabra de […]
[…] discurre entre ellos y une los pequeños pueblos de larga historia (y exquisita mesa). Un lugar para “escaparse” en cualquier momento del año, pero muy especialmente en […]
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